Una de las devociones cristianas más hermosas es meditar la vida de nuestro Señor Jesucristo en compañía de su santa madre. Aunque no me considero experto en el tema, si quiero compartir este excelente ejercicio espiritual diaro y entonces aquí presento una breve introducción a como rezar el rosario. Para una explicación detallada sugiero leer la carta “Rosarium Virginis Mariae” de San Juan Pablo II.

El rosario puede ser también una actividad en grupo, para lo cual hay algunas pequeñas reglas para hacerlo sumamente interactivo de tal manera que todos participen por igual, pero manteniendo una persona que lo dirija, y es exactamente el mismo formato cuando se hace con una sola persona.

Una búsqueda en internet te regresará distintas ligas con algunas pequeñas variaciones de como iniciar, y como cerrar tu oración del rosario. Aquí presento el formato que más ha funcionado para mi.

Voy a iniciar indicando el formato y voy a poner el texto completo de las oraciones después, incluyendo los grupos de misterios separados por día de la semana.

Órden del rosario.

Inicio

Signarse

Hacemos la señal de la cruz en la frente, luego en la boca y luego en el pecho. mientras repetimos:

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Credo y acto de contrición

Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre todo poderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de dios, Padre todo poderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Acto de contrición (opcional)
Jesús, Dios y hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por que tú eres bondad infinita, y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberte ofendido, también me pesa porque puedes castigarme con las penas del infierno. Por eso propongo con tu gracia, enmendarme, confesarme, alejarme de las ocasiones de pecado y cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Confio en que me perdonarás por tu infinita misericordia. Amén

Tres Ave María

Misterios

El rosario tiene 5 grupos de diez cuentas separados por una única cuenta. Cada grupo de diez cuentas se llama una década. Para poder entrar en la década, el que dirige el rosario debe enunciar el misterio, seguido por un Padre Nuestro. Un Misterio es un episodio de la vida de nuestro Señor Jeuscristo el cual meditamos durante cada una de las diez cuentas junto con la madre de nuestro señor y es por eso que en cada cuenta se reza un Ave María. Luego se termina la década con una o más jaculatorias.

Jaculatorias

Una jaculatoria es una oración corta llena de amor y devoción con la que nos comunicamos con nuestro Señor Padre, su hijo Jesucristo, la santa Virgen María y el Espíritu Santo. Su finalidad es mantenernos bajo la gracia de Dios a lo largo del día, todos los días de nuestra vida.

María, madre de gracia, madre de misericordia: En la vida y en la muerte ampáranos gran señora
Oh Jesús mío: Perdona nuestros pecados, sálvanos de las llamas y del fuego del infierno. Lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.

Los misterios que se meditan cambian de acuerdo al día de la semana, y están expuestos en la siguiente tabla:

Día Misterios
Lunes y sábado Gozosos
Jueves Luminosos
Martes y viernes Dolorosos
Miércoles y domingo Gloriosos

Misterios de gozo

  1. La Anunciación
  2. La Visitación
  3. El nacimiento de Jesús
  4. La Presentación
  5. El niño perdido y hallado en el templo

Misterios de luz

  1. El bautismo en el Jordán
  2. La autorrevelación en las bodas de Caná
  3. El anuncio del Reino de Dios, invitando a la conversión
  4. La transfiguración
  5. La institución de la Eucaristía

Misterios de dolor

  1. La agonía en el huerto
  2. La flagelación de nuestro señor
  3. La coronación de espinas
  4. El camino al Calvario
  5. La crucifixión

Misterios de gloria

  1. La resurreción del Señor
  2. La ascención
  3. La venida del Espíritu Santo
  4. La asunción de la Virgen Santísima
  5. La coronación de la Virgen Santísima como Reina del Cielo

Cierre y entrega

Salve
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia. Vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te salve. A ti clamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando desde este valle de lágrimas. ¡Ea! pues, señora aboada nuestra, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos y después de este destierro, múestranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Padre Nuestro

Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre. Venga a nosotros tu reino. Hágase tu volunta, así en la tierra como en el cielo. Danos hoy el pan nuestro de cada día, y perdona nuestras ofenzas como nostros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos de todo mal. Amén

Ave María

Dios te salve María, llena eres de gracia, el Señor es contigo. Bendita eres entre las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre: Jesús. Santa María, madre de Dios: ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.